sábado, 5 de marzo de 2016

Diagnóstico de enfermería y conclusiones (y IV)

(Continuación del artículo: "La soledad en el anciano", de Marta Rodríguez Martín).

El personal de enfermería, a la hora de actuar hacia un problema (en este caso, soledad en las personas mayores), debe seguir un proceso que, utilizando el método científico, planifica y aplica las atenciones de la profesión de enfermería, utilizando éstas como herramienta de trabajo.
Para trabajar sobre el diagnóstico tratando el riesgo de soledad (NANDA), debe haber realizado anteriormente la valoración. Seleccionaremos las intervenciones más adecuadas, entre ellas:
  1. Valorar la percepción de la soledad que tiene el usuario (¿la persona está sola por elección o esta situación ha sido impuesta por los demás?).
  2. Valorar la capacidad y/o incapacidad del usuario para satisfacer las necesidades físicas, psicosociales, espirituales y financieras, y cómo las necesidades no satisfechas ponen en duda la habilidad para integrarse socialmente (por ejemplo, pérdida de trabajo que conduce a la incapacidad para afrontar una interacción social familiar y usual, fatiga, falta de energía necesaria para la interacción social y la implicación personal, deterioro del integumento cutáneo y su relación con el aislamiento social y/o percibido) (véase el Plan de Cuidados de Trastorno de la Imagen Corporal si la soledad está asociada con alteraciones del integumento cutáneo).
  3. Utilizar habilidades de escucha activa. Establecer una relación terapéutica y pasar tiempo con el usuario.
  4. Ayudar al usuario a identificar la soledad como un sentimiento y las causas relacionadas con la soledad. La soledad fue el temor número uno identificado. El análisis chi cuadrado demostró que las personas sin hogar que no estuvieron en asilos fueron residentes significativamente a más largo plazo (p < 0,0001) de la comunidad y explicaron con más frecuencia tener temor a la soledad (Reichenbach y cols., 1998).
  5. Evaluar el deseo del usuario de interacción social en relación con la interacción social real.
  6. Explorar las vías para aumentar el sistema de apoyo del usuario y la participación en grupos y organizaciones. El estímulo de las enfermeras es importante para ayudar a los usuarios a formar parte de los grupos de apoyo (Perese y cols., 2003).
  7. Fomentar que el usuario se implique en relaciones sociales significativas caracterizadas por dar y recibir apoyo. EBE: es importante reconocer que la relevancia positiva de relaciones sociales está relacionada con el contenido y con la calidad de las relaciones (Gulick, 1994).
  8. Si el usuario experimenta quejas somáticas, evaluarlas para asegurar que las necesidades físicas están satisfechas y, posteriormente, identificar la relación entre quejas somáticas y soledad. Se han encontrado tres factores que aumentan los niveles de soledad entre los individuos ancianos que residen en residencias enfermeras: falta de relaciones íntimas, aumento de la dependencia y pérdida. Las enfermeras en centros de atención a largo plazo están en posición de intervenir directamente con el residente anciano (Hicks, 2000).
  9. Ayudar a los usuarios a identificar recursos/situaciones que pueden atender o en los que pueden participar para mejorar un sentido de encaje valioso.
  10. Ayudar al usuario a identificar períodos en los que la soledad es mayor (por ejemplo, ciertos momentos del día, aniversarios de eventos especiales del pasado). Con el permiso del usuario, derivar a servicios de visitas de voluntarios. El único orden del día de los voluntarios es satisfacer las necesidades sociales del usuario. En ocasiones, a partir de experiencias con voluntarios, se desarrollan amistades a largo plazo.
  11. Para mantener independientes a los ancianos deberían explorarse intervenciones para impedir la soledad. Considerar el uso del arte como una intervención. El estudio demuestra que la soledad extrema predice la admisión en una residencia enfermera (PSL Consulting Group, 1999).
  12. Identificar alternativas a estar solo. Los usuarios, a menudo, son susceptibles a la soledad en las horas de la comida. La soledad puede contribuir a déficit o excesos nutricionales.
  13. Identificar alternativas a estar solo (por ejemplo, contacto telefónico).
  14. Considerar el uso de ordenadores e Internet para mitigar o reducir la soledad y el aislamiento social. En un estudio cualitativo descriptivo se utilizó un cuestionario de una página web y una entrevista a través de chat con participantes de 65 años y más que vivían solos. Siete de los diez participantes utilizó el ordenador para compartir la soledad (Clark, 2002). En él, se encontró que el uso de Internet reducía significativamente la soledad y la depresión, mientras que el apoyo social percibido y la autoestima aumentaron significativamente (Shaw y Gant, 2002). Este estudio controlado aleatoriamente valoró el impacto psicosocial de proporcionar acceso a Internet a los ancianos durante un período de más de 5 meses. Entre los usuarios de Internet (n = 29) en el grupo de intervención, existían tendencias hacia una menor soledad y una menor depresión (White y cols., 2002).
  15. Apoyarse en las creencias religiosas. Creer en un ser supremo proporciona un sentimiento de ayuda omnipresente e impide la soledad. Si los usuarios tienen remordimientos respecto a su vida, pueden separarse de su fuente usual de confort religioso.
  16. Comentar el significado de la muerte y de los temores asociados con morir solo. Explorar la posibilidad de que seres queridos estén con el usuario en el momento de la muerte. En las últimas etapas de la vida, los individuos tienen pensamientos significativos sobre la muerte y el significado de sus vidas. Si perciben su vida como no deseable, pueden temer a la muerte.
Conclusiones.

La soledad es un sentimiento que, vivido durante la vejez, puede llegar a representar importantes dependencias de tipo social, funcional, cognitivo y/o desencadenar problemas de salud que pueden causar dificultades en la vida cotidiana. Esperamos que este trabajo nos invite a reflexionar sobre los retos que supone poder actuar y colaborar desde el ámbito personal y/o profesional para paliar esta problemática que, estamos seguros, creará un gran debate, tanto individual como colectivo.

Bibliografía empleada por la autora en la realización de este estudio:
  1. Madoz V. Soledad, en "10 palabras clave sobre los miedos del hombre moderno". Verbo Divino, Estella. 1998. pp. 283-4.
  2. Bermejo JC. www.humanizar.es/formacion/img_documentos/soledad_mayores.doc (consulta: 1 marzo de 2008).
  3. Boletín sobre el envejecimiento. La soledad de las personas mayores. Observatorio de Personas Mayores. IMSERSO. Diciembre 2000.
  4. Álvarez EA. La amistad en la edad avanzada. Geriátrika 1996; 12 (6): 51.
  5. OMS. Salud y envejecimiento. Un documento para el debate. Boletín para el envejecimiento, Perfiles y tendencias. IMSERSO. Observatorio de personas Mayores. Noviembre 2001. p. 15.
  6. Molinero S. Fragilidad en la esfera social. Rev Esp Geriatría y Gerontología 1997; 32: 25.
  7. Sánchez JL, Braza P. Aislamiento social y factores físico sensoriales en la depresión geriátrica. Rev Esp Geriatría y Gerontología 1992; pp. 28-34.
  8. Castro MaP. La soledad, algo más que no vivir en compañía. Rev Mensajero 1995; 1252: 37.
  9. Bazo MoT. La familia como elemento fundamental en la salud y bienestar de las personas ancianas. Rev Esp Geriatría y Gerontología 1991; 26: 48-51.
  10. Laforest J. Introducción a la gerontología. El arte de envejecer. Barcelona: Herder 1991. pp. 79-173.
  11. Iglesias De Usel J. La soledad en las personas mayores: influencias personales, familiares y sociales. Análisis cualitativo. IMSERSO. Madrid 2001. p. 14, 25, 115, 120, 149-65.
  12. Mensajeros de la paz. www.mensajerosdelapaz.com (consulta: 5 abril 2008).
  13. Plan gerontológico. www.boe.es (consulta: 2 marzo 2008).
  14. Plan de Acción para las Personas Mayores 2003-2007.www.seg-social.es/imserso/normativa (consulta: 10 marzo 2008).
  15. Virginia Henderson in Nursing Theories Practice Group.
  16. Manual diagnóstico de enfermería, diagnósticos de NANDA (2001- 2002).
PARA AMPLIAR, CONTRASTAR O PROFUNDIZAR:
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Qué conclusiones obtenemos de los cuatro artículos en que hemos subdividido el trabajo de Marta Rodríguez Martín?.
  • ¿Y de los enlaces-web que hemos ido aportando para ampliar, contrastar y profundizar?.
  • Si tuviéramos que hacer una síntesis de las necesidades importantes de nuestros mayores ¿cuántas y cuáles apuntaríamos?.
  • ¿Qué nuevas ideas hemos hallado en el trabajo de Marta Rodríguez y también en los enlaces para ampliar que nos sirven o pueden servir para cuidar mejor a nuestros mayores?.
  • ¿Qué otras ideas, propuestas,... plantearíamos para mejorar en esos cuidados?.

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