miércoles, 12 de julio de 2017

Saber envejecer

No es posible para el ser humano evitar el paso del tiempo... hacernos mayores... adultos... ancianos... ¡Benditas sean todas las etapas de nuestra vida!.

Pero lo que sí es evitable, y así debemos hacerlo, son algunos "vicios", ideas, sentimientos, conductas negativas o poco saludables en las que los mayores podrían caer. La clave para que realmente las personas que se acercan o ya están en la tercera edad sean felices está en saber vivir cada instante de la vida con intensidad. Amarse a uno mismo, entregarse a los demás, vivir en sintonía con todo lo creado y, como base de todo, amar a Dios, constituyen el marco de lo que podríamos calificar el siguiente "Decálogo para saber envejecer".
Según publica la agencian Zenit, el verano y las vacaciones son, sin duda, una época propicia para rejuvenecer, para mostrar nuestra mejor silueta, para considerarnos más en forma.
Todo el mundo quiere ser joven y parecerlo. Incluso las personas de edad más avanzada.
Quizás porque, como decía alguien, “nada nos hace envejecer con mayor rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos”. Por eso, lo mejor será pensar que aún somos jóvenes.
Como suele decir Manuel Alcántara, con su fino humor: “Y dentro de cien años, cuando todos seamos jóvenes…”. Pues, eso. Acaso lo más interesante, y además, gran verdad, sea pensar que “toda edad tiene sus propios frutos; hace falta saberlos recoger”. Para quien quiera conocer los secretos de “saber envejecer”, valga este decálogo fácil y sencillo.

1. “Cuidarás tu presentación cada día”.
Arréglate como si fueras a una fiesta. ¡Qué más fiesta que la vida!. Que al verte se alegren los ojos de los demás. Y su alegría repercutirá también en tu bienestar.

2. “No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación”.
Saldrás a la calle y al campo de paseo: “El agua estancada se pudre”. Si un guiso sale salado no se arregla echándole más sal sino añadiendo ingredientes que la contrarresten.

3. “Amarás el ejercicio físico”.
Un rato de gimnasia, una caminata razonable dentro o fuera de casa, por lo menos abrir la puerta, regar las rosas, contestar el teléfono. No es sólo por el ejercicio físico, es que también se ejercita la mente y ésta moverá mejor todo el ser.

4. “Evitarás actitudes y gestos de viejo derrumbado”.
La cabeza gacha, la espalda encorvada, la mirada perdida, no favorecen nada. Que la gente diga un piropo cuando pasas: “¡Qué recto va el señor!. ¡Qué guapa la señora!”. La peor de las derrotas es creerse que ya se está derrotado.

5. “¡No hablarás de tu edad, ni te quejarás de tus achaques reales o imaginarios!”.
Acabarás por creerte más viejo y más enfermo de lo que eres. A la gente no le gusta oír historias de hospital. Cuando te pregunten cómo estás, dirás que. ¡muy bien!. No es para que se lo crean ni tampoco para esconder tus propias dificultades sino para comunicarte a ti mismo y a los demás que "en toda circunstancia hay esperanza y elementos positivos".

6. “Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas”.
Al mal tiempo, buena cara. Sé positivo y de buen humor. La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo. El corazón no envejece. Para ello es necesario mirar siempre la otra cara de la moneda: aquélla en la que está esa parte de la realidad que a veces queda eclipsada por la otra (quien se lamenta por lo que no tiene no saborea ni disfruta de lo que sí tiene).

7. “Tratarás de ser útil a los demás”.
Ayuda con una sonrisa, un consejo, un servicio. No te coloques el cartel de “inservible”. Nadie es un inútil (horrible palabra cuando se emplea para calificar a alguien), por poco que sea... TODOS son capaces de hacer algo creativo, positivo para uno mismo o para los demás.

8. “Trabajarás con tus manos y con tu mente”.
Haz lo que puedas. El trabajo es la terapia infalible. Echa un vistazo a lo que sí puedes hacer dentro de lo que te gustaría llevar a cabo y ponte en camino por lejos que te parezca que está la meta (quedarse en el sitio con la excusa de que "eso está lejos" es condenarse a no llegar jamás ¿vale la pena, sirve de algo el derrotismo?).

9. “Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas”.
Desde luego, las que se anudan en el hogar, integrándote a todos los miembros de tu familia. Las puertas abiertas favorecen la fluidez de las relaciones y el conectar rápido unos con otros, así que... por el mismo trabajo que cuesta estar de mal humor... lograrás mucho mejor fruto potenciando el buen humor y la comunicación abierta.

10. “No pensarás que todo el tiempo pasado fue mejor”.
Deja de estar condenando tu mundo y maldiciendo tu momento. O como dijo aquél: "Si al llegar la noche lloras porque ya no puedes disfrutar del sol, las lágrimas te impedirán ver las estrellas". En todas las etapas ha habido sus más y sus menos, así que decídete a disfrutar de la etapa en la que estás ahora... que es la única que tienes realmente.

Fáciles consejos que todos podemos poner en práctica. Nos irá fenomenal.
(Fuente: http://www.religionenlibertad.com/los-diez-mejores-consejos-para-envejecer-manera-mas-sana-51352.htm)

PARA AMPLIAR:
PARA LA REFLEXIÓN EN FAMILIA:
  • ¿Somos nosotros los jubilados?. ¿Cómo estamos viviendo nuestra gran mayoría de edad?; ¿qué pros y contras le encontramos?.
  • ¿Estamos al cuidado de nuestros padres ya muy mayores en casa?. ¿Cómo viven ellos su vejez?, ¿cómo se sienten?.
  • ¿En qué nos han servido tanto el decálogo de esta entrada como los enlaces para ampliar?, ¿qué conclusiones obtenemos en su conjunto?.
  • ¿Cómo aplicar estas conclusiones a nuestra realidad para que los cambios que queramos introducir sean un bien para todos, tanto si somos nosotros los viejitos o son nuestros padres?.
  • ¿Qué otras ideas apuntaríamos para envejecer -o ayudar a envejecer- de manera digna, feliz y realizante?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario